sábado, 26 de diciembre de 2015

Divergencia

Aquellos colores cuánto más los miraba más estaba convencido de que eran divergentes, quizás la forma de cada uno también influía en su discordancia, y quizás su proximidad confirmase su discrepancia. Podía imaginar infinidad de cosas pero necesitaba incontinenti el continente de todo aquello, la nada no existe y, por tanto, algo que sustentase, envolviese y protegiese aquella divergencia. Podía pensar en algo infinito o, en cualquier caso, en un conjunto de continentes relacionados mediante una escala jerárquica. Aquellos colores necesitaban una estructura para poder existir. Todo aquello por una divergencia. Quizás le debiera mucho a la discordancia porque al final, todo nace de la discrepancia.

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